Torrija con chocolate y helado de caramelo salado
Aunque las torrijas sean típicas de Semana Santa, a mí me gusta prepararlas a lo largo de todo el año, y aprovechando el calor de este fin de semana, las preparé con helado. Una combinación fabulosa, para repetir una y otra vez.
Como no me apetecía complicarme demasiado con el helado, éste lo hice en versión rápida, compré un helado de vainilla y teniendo así la base, el helado fue mucho más fácil y rápido de hacer.
Ingredientes:
Pan brioche
300 ml de leche
300 ml de nata para montar
300 ml de leche evaporada
150 gr de chocolate blanco
Cáscara de naranja
Mantequilla
Para el helado de caramelo salado:
1 tarrina de helado de vainilla
150 ml de nata para montar
150 gr de azúcar moreno
50 gr de mantequilla
1,5 gr de sal fina
El día anterior hacemos el helado, para ello lo primero de todo que haremos es la salsa de caramelo salado.
En una cazuela, a fuego medio, ponemos a derretir el azúcar, con unas gotas de agua, para hacer caramelo. Una vez que esté derretido completamente y tenga un color naranja intenso, añadimos la mantequilla. Removemos constantemente hasta que se incorpore por completo al caramelo.
Sin dejar de mover, añadimos de poco en poco (porque salta mucho), la nata caliente. Mezclamos bien para que quede una crema homogénea y dejamos que la mezcla hierva 1 minuto más.
Retiramos del fuego y añadimos la sal, y mezclamos hasta incorporar.
Dejamos enfriar la salsa una hora.
Cuándo el caramelo esté templado, ponemos la mitad del helado en el vaso de la batidora y lo batimos. Lo echamos en un tupper. Cubrimos con una buena capa de caramelo y mezclamos bien. La otra mitad del helado la ponemos en el vaso de la batidora y hacemos lo mismo. Lo echamos encima del helado con caramelo y cubrimos con más caramelo. Con la punta de un cuchillo lo removemos ligeramente. Tapamos y metemos en el congelador hasta el día siguiente.
Para las torrijas ponemos la leche y la nata en una cazuela junto con la cáscara de naranja, cuando empiece a humear (sin que llegue a hervir), añadimos el chocolate blanco picado, removemos hasta que se deshaga y dejamos infusionar tapado una media hora.
Cortamos el pan y lo impregnamos bien con la leche aromatizada hasta que empapen bien. Colocamos sobre una rejilla para que escurran un poco. La bañamos en el huevo batido.
Ponemos un poquito de mantequilla en una sartén y sellamos la torrija a fuego medio/alto hasta que coja un bonito color dorado por las dos caras.
Servimos las torrijas con el helado. El contraste frío-calor es fabuloso.
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