Orejas de Carnaval
Aprovechando que estamos ya en época de carnaval, pues que mejor que hacer un postre típico de esta fecha, como son las orejas (o orellas de entroido como se las conoce en Galicia). Se trata de una masa frita y luego rebozada con azúcar, característica por su forma, similar a unas orejas de cerdo.
Receta muy fácil de elaborar y muy rica. Yo en esta ocasión empleé manteca de cerdo porque es la que tenía en casa, pero podéis utilizar manteca cocida de vaca, mantequilla o incluso aceite vegetal.
Ingredientes:
100 ml de leche tibia
50 ml de licor de anís
2 huevos batidos
500 gr de harina de repostería
125 gr de manteca de cerdo
100 gr de azúcar
Sal
Ralladura de un limón
Aceite de girasol para freír
Azúcar glas para decorar
Mezclamos en un vaso la leche con el anís y los huevos. Reservamos.
Tamizamos la harina y la ponemos en un bol y añadimos la manteca de cerdo, el azúcar, la sal, la ralladura de limón y la mezcla anterior. Mezclamos bien, amasamos hasta obtener una masa homogénea que no se nos pegue a las manos.
Formamos una bola con la masa, la ponemos en un cuenco, la cubrimos con papel film y la metemos en la nevera dos horas.
Pasadas las dos horas, la sacamos y dividimos la masa en pequeñas bolas.
Extendemos todas las bolas con las palmas de las manos y luego utilizamos un rodillo para darles forma de oreja y dejar la masa lo más fina posible.
Calentamos el aceite y las freímos de dos en dos, dándoles vueltas para que se doren por los dos lados.
Las sacamos y las ponemos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa. Dejamos que enfríen y entonces las espolvoreamos con azúcar glas.
THERMOMIX:
Ponemos en el vaso los huevos junto con el azúcar y programamos 3 minutos, temperatura 37º, velocidad 3.
Añadimos la leche y el anís y mezclamos 30 segundos, velocidad 3.
Incorporamos la harina, la manteca de cerdo, la sal y la ralladura de limón. Programamos 2 minutos, velocidad espiga.
Sacamos, formamos una bola, la ponemos en un bol y cubrimos con papel film y metemos en la nevera dos horas.
Pasadas las dos horas, la sacamos y dividimos la masa en pequeñas bolas.
Extendemos todas las bolas con las palmas de las manos y luego utilizamos un rodillo para darles forma de oreja y dejar la masa lo más fina posible.
Calentamos el aceite y las freímos de dos en dos, dándoles vueltas para que se doren por los dos lados.
Las sacamos y las ponemos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa. Dejamos que enfríen y entonces las espolvoreamos con azúcar glas.
NOTA:
Una vez fritas y frías las podemos espolvorear con una mezcla de azúcar glass y canela o incluso las podemos bañar con miel, como hacen en algunas zonas de León.
Podéis aromatizar el aceite en el que freiréis las orejas, como en la receta original. Bastará con freír la piel de un limón con una rama de canela en el aceite antes de empezar.
Comentarios
Publicar un comentario