Crema fría de zanahorias y mango con crujiente de cecina.
Aunque en estos días hayan bajado algo las temperaturas, aprovechando que aún no hace frío, sigo preparando cremas frías como ésta, aunque está igual de buena templada o incluso caliente.
Lleva un toque de jengibre fresco en su preparación, lo que la hacen más refrescante aún, si cabe.
Es un plato con un toque dulzón que contrasta con el sabor del crujiente de cecina.

Ingredientes:
1 mango dulce y maduro,
1/2 kg de zanahorias,
Pastilla de avecrem
Jengibre fresco
Leche evaporada
Comenzamos cociendo las zanahorias peladas y cortadas, en abundante agua con la pastilla de avecrem. Cocemos durante 20 minutos o hasta que estén bien tiernas.
En el vaso de la túrmix ponemos la carne del mango, las zanahorias escurridas, un trocito de jengibre y un poco del agua de la cocción de las zanahorias. Trituramos.
Si vemos que queda muy espeso, le añadimos leche evaporada hasta conseguir la textura que más nos guste.
Guardamos en la nevera hasta el momento de servir, que es cuando hacemos el crujiente de cecina,
Para ello ponemos unas lonchas finas de cecina entre dos papeles absorbentes de cocina y metemos al microondas. Programamos dos minutos. Pasado el tiempo vemos como están de crujientes por si hay que poner más tiempo.
Machacamos en el mortero y lo espolvoreamos por encima de la crema de zanahoria.
Espero que os guste.
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