Brioche de Mascarpone
¿Os acordáis el brioche que hice hace unos días? Pues en esta ocasión lo hice con mascarpone, y tengo que reconocer que está aún más rico. ¡Una tentación irresistible!.
Fácil de preparar. El mascarpone le aporta una textura especial, lo hace tierno y jugoso.
¡Lo tenéis que probar!
Ingredientes:
125 gr de azúcar glass
120 gr de leche templada
1 Huevo + 1 yema
20 gr de levadura fresca
250 gr de queso Mascarpone
1 cucharadita de sal
520 gr de harina de fuerza
Para pincelar:
1 yema de huevo
1 cucharada de leche
En la leche templada disolvemos la levadura y la dejamos reposar durante unos minutos.
Mezclamos bien batiendo ligeramente el queso mascarpone con el huevo y la yema. Reservamos.
En un bol mezclamos la harina y el azúcar. Añadimos la leche con la levadura y mezclamos bien.
Incorporamos la mezcla del mascarpone y huevo y comenzamos a amasar hasta tener una masa lisa y elástica. Formamos una bola, tapamos y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doble su tamaño (más o menos 1 hora).
Pasado el tiempo de reposo, amasamos ligeramente y ponemos la masa en el molde donde vayamos a hacerlo estando el molde forrado con papel de horno. Tapamos y dejamos reposar hasta que vuelva a doblar su tamaño.
Precalentamos el horno a 180º.
Una vez que el tamaño se haya duplicado, pincelamos con la mezcla de la yema y la leche y metemos al horno durante 30 minutos o hasta que veamos que está hecho.
Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
THERMOMIX:
Disolvemos la levadura en la leche.
Ponemos en el vaso el azúcar, la leche con la levadura y el huevo y la yema. Programamos, 2 minutos, 37ºC, velocidad 3.
Añadimos el queso mascarpone y mezclamos, 1 minuto, velocidad 3.
Incorporamos la harina y la sal y amasamos, 4 minutos, velocidad espiga. Lo dejamos dentro del vaso y dejamos reposar hasta que doble su volumen (más o menos 1 hora).
Una vez que se haya duplicado el volumen, amasamos con las manos unos segundos. Ponemos la masa en el molde donde vayamos a hacerlo estando el molde forrado con papel de horno. Tapamos y dejamos reposar hasta que vuelva a doblar su tamaño.
Precalentamos el horno a 180º.
Una vez que el tamaño se haya duplicado, pincelamos con la mezcla de la yema y la leche y metemos al horno durante 30 minutos o hasta que veamos que está hecho.
Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
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