Huevos
encapotados con un toque de sésamo
Los huevos encapotados son una de las
muchas formas en las que se puede cocinar este producto. Son unos huevos un
poco laboriosos pero muy ricos, y el toque que le da el sésamo le va muy bien.
En esta ocasión yo en lugar de hacer los
huevos fritos, los hice en la sartén con agua, para que así no tuviesen tanta
grasa.
A la hora de tomarlos no necesitáis pan
porque la bechamel sirve para recoger la yema.
Ingredientes:
4 huevos
Aceite de oliva para freír
Para la bechamel:
50 gr de mantequilla
50 gr de harina
400 ml de leche
Una pizca de nuez moscada
Sal
Para el empanado:
Huevos
Pan rallado
Sésamo
En una sartén ponemos un dedo de agua y
cascamos encima los huevos. Tapamos y ponemos al fuego medio hasta que se haga
la clara y nos quede la yema casi cruda.
Sacamos y si no nos han quedado con
forma redondita, se la damos recortando parte de la clara. Reservamos.
En otra sartén ponemos a calentar la
mantequilla para que se derrita. Añadimos la harina y removemos bien para que
se mezcle con la mantequilla y se tueste unos minutos.
Vamos añadiendo de poco en poco la
leche, y sin parar de remover para que así cada cantidad añadida se integre
bien y no se formen grumos.
Una vez añadida toda la leche, sazonamos
al gusto con la sal y la nuez moscada y dejamos hervir unos 8 minutos a fuego
medio sin parar de remover (la bechamel tiene que quedar espesa). Quitamos del
fuego.
En un plato pincelado con aceite, vamos
poniendo una base de bechamel, encima colocamos un huevo y cubrimos con más
bechamel hasta que cubra el huevo completamente y se una con la bechamel de
abajo.
Los vamos colocando en una fuente
pincelada con aceite. Y dejamos enfriar por lo menos una hora
Para el empanado, en un plato mezclamos
el pan rallado con el sésamo. En otro plato batimos los huevos.
Con la ayuda de una espátula plana
levantamos el huevo de la fuente y lo pasamos por huevo y después por la mezcla
del pan rallado con el sésamo, que quede un empanado consistente.
Y por último freímos los huevos
encapotados con abundante aceite hasta que quede doradito. Sacamos y dejamos
escurrir bien en papel de cocina.
¡A disfrutar!
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