Chuletillas
de cordero con bechamel
Es un plato un poco laborioso,
pero merece realmente la pena, sobre todo si tenéis invitados en casa. Puede servir
tanto de entrante como de plato principal.
Yo siempre las congelo empanadas
para que así en cualquier momento poder tenerlas y sólo con descongelarlas y
freírlas ya tenemos una comida.
Ingredientes:
Chuletillas de cordero lechal
Ajo
Perejil
Leche
Harina
Sal
Nuez moscada
Mantequilla
Aceite de oliva
Huevo
Pan rallado
En un mortero machacamos ajo con
perejil y un poco de sal gorda. Echamos aceite y con ello pincelamos las
chuletillas. Las dejamos reposar por lo menos tres horas.
En una sartén, con un poco de
aceite las hacemos, pero no demasiado pues luego se vuelven a freír cuando están
empanadas.
Mientras que van enfriando vamos
haciendo la bechamel tirando un poco a espesa.
Con la bechamel aún templada,
metemos las chuletillas frías y dejamos que la carne quede bien cubierta por la
salsa. Las vamos colocando en una fuente a la que habremos pincelado con aceite
para que no queden pegadas a la fuente.
Metemos en la nevera para que
enfríen bien (yo las dejo una noche).
Cuando estén bien frías, las empanamos
pasándolas por el huevo batido y por el pan rallado.
Las freímos en una sartén con
abundante aceite y que éste esté bien caliente para que así las chuletillas
queden crujientes.
Tras freírlas las dejamos sobre
papel absorbente.
Ya las tenemos listas para servir
y comer.
¡Que buenas!
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