Guiso de costillas
adobadas con patatas
Con este frío que hace, apetece un guiso, aunque sin importar el tiempo que haga, en casa no nos gusta renunciar a los guisos durante todo el año.
La receta que os quiero enseñar hoy, es uno de los clásicos de la gastronomía popular de nuestro país. Por eso estoy segura que os animaréis a preparar esta receta para toda la familia, un guiso sencillo y lleno de sabor que podemos servir como plato único.
Alucinaréis con lo sencillo que es. No dejéis de probarlo porque os sorprenderá.
La receta que os quiero enseñar hoy, es uno de los clásicos de la gastronomía popular de nuestro país. Por eso estoy segura que os animaréis a preparar esta receta para toda la familia, un guiso sencillo y lleno de sabor que podemos servir como plato único.
Alucinaréis con lo sencillo que es. No dejéis de probarlo porque os sorprenderá.
Ingredientes:
1 costillar de cerdo adobado
(unos 800 gr)
3 patatas
2 dientes de ajo
1 cebolla
Caldo de pollo (no pongo cantidad porque todo depende de cómo os guste el
guiso, si más espeso o más líquido)
2 cucharaditas de carne de
pimiento choricero
1 hoja de laurel
½ vaso de coñac
1 ½ vasos de vino blanco
Harina
Aceite de oliva
Sal gorda
Partimos la costilla. Reservamos.
Cortamos las patatas chascándolas
con ayuda de un cuchillo, porque así soltarán el almidón mientras se cocinan y
harán que el caldo se espese un poco.
Picamos la cebolla y los dientes de
ajo.
Ponemos un buen chorro de aceite de
oliva en una olla profunda
Doramos los ajitos bien picados con cuidado de que no se nos quemen.
Añadimos la cebolla, un buen pellizco de sal y la hoja de laurel.
Dejamos sofreír hasta que veamos que ya está hecha la cebolla. Añadimos la carne de pimiento choricero y lo tenemos cocinando unos 2 minutos.
Incorporamos las costillas adobadas y cocinamos otros 2 minutos a fuego medio.
Doramos los ajitos bien picados con cuidado de que no se nos quemen.
Añadimos la cebolla, un buen pellizco de sal y la hoja de laurel.
Dejamos sofreír hasta que veamos que ya está hecha la cebolla. Añadimos la carne de pimiento choricero y lo tenemos cocinando unos 2 minutos.
Incorporamos las costillas adobadas y cocinamos otros 2 minutos a fuego medio.
Añadimos las patatas y lo removemos
bien para que se junte todo ello durante 1 minuto.
Echamos un poco de harina y
volvemos a mezclar todo ello.
Añadimos el caldo de pollo, el vino
blanco, el coñac, lo mezclamos todo
bien, tapamos la olla y lo dejamos cocinar 30 minutos a fuego medio (o
hasta que veamos que la carne se desprende bien de la costilla).
Fácil ¿verdad?
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