Chiacchiere o frappe italiano de Carnaval
Quizá, una de las fiestas paganas más celebradas en el mundo sea el Carnaval. En función del país en donde nos encontremos, las costumbres varían sustancialmente, pero lo que sí hay de unión en todos ellos es los postres típicos de estos días. Como en Italia, que estas placas con corte en el centro anuncian el comienzo del carnaval.
Los chiacchiere son muy similares a las orejas fritas gallegas pero un poco más huecas, ya que llevan levadura en su preparación. Depende de la zona recibe diferente nombre: bugie en Génova o Turín, Fiocchetti en Moltefeltro Rimini, Frappe en Roma o Intrigoni en Reggio Emilia.
La traducción literal de esta palabra italiana es charla o chisme. Parece ser que el nombre se debe al hecho de que, igual que no se necesitan muchos motivos para comenzar una charla o un chisme, tampoco muchos ingredientes para unas estupendas chiacchiere.
Ingredientes:
250 gr de harina
½ cucharadita de levadura en polvo.
2 huevos
30 gr de azúcar blanca
20 gr de mantequilla
4 cucharadas de leche entera
1 cucharada de Grappa u otro licor (brandy, fray angélico…)
Ralladura de un limón
3 gr de sal
Aceite de girasol
Azúcar glass
Ponemos en un bol la harina, la levadura y el azúcar. Mezclamos bien.
Incorporamos los huevos, la leche, el licor, la sal y la mantequilla en pomada. Mezclamos hasta que se forme una masa con forma de arena.
Sacamos la masa a la encimera y amasamos unos 10 minutos hasta que tenga una textura lisa y homogénea.
Envolvemos la masa en film transparente y la metemos en la nevera una media hora.
La sacamos de la nevera y la ponemos sobre la encimera, ligeramente enharinada y la estiramos con un rodillo hasta dejarla bien finita.
La cortamos en rectángulos alargados (de unos 12 x 6 cm) y les hacemos un corte en el centro, a lo largo del rectángulo.
Pasamos un extremo del rectángulo por el agujero del centro para que quede con dos tiras retorcidas sobre sí mismas.
Los vamos friendo, por ambos lados, en abundante aceite bien caliente. Los sacamos y los ponemos sobre papel absorbente.
Una vez que hayan enfriado, los espolvoreamos con azúcar glass.
Listos para disfrutarlos, ya sea como remate perfecto de una comida o para la merienda acompañados de un café.
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